viernes, 13 de febrero de 2009

La gente va llegando al baile



Febrero va consolidando el escenario de las próximas batallas electorales en el país. En ese sentido, el hecho más significativo lo constituyó la cumbre entre Mauricio Macri, Felipe Solá y Francisco De Narváez.

Por la importancia estratética de la provincia de Buenos Aires, por la dimensión pública de las figuras que conforman el acuerdo y por la reacción inmediata de todo el espectro político, la nueva entente demostró que puede transformarse en la bisagra para el advenimiento de un nuevo tiempo político.

Así como hace algunas semanas la mera mención de la posibilidad de candidatearse a presidente de boca del cauto Carlos Reutemann revolucionó la arena política vernácula y trajo aparejada la inusual verborragia belicista del gobernador santafecino Hermes Binner; la unión del PRO y parte del peronismo disidente provocó el disparo de munición gruesa tanto del oficialismo como los integrantes del espacio en construcción entre la UCR -con el apéndice cobista en ciernes-, el socialismo y la Coalición Cívica de Elisa Carrió.

Ahora sólo falta las definiciones en el kirchnerismo, en especial en el distrito bonaerense, donde aún resta saber si el ex presidente será de la partida en la nómina de candidatos, o le tocará asumir el desafío al otrora ascendente Sergio Masa o al hermano del gobernador Daniel Scioli de sortear la estación del 2009 para llegar victorioso al ansiado destino del 2011.

En un horizonte con más dudas que certezas, queda en claro que de la habilidad de cada grupo en saldar el escollo del armado de listas dependerá el futuro de las propuestas en pugna.