jueves, 20 de septiembre de 2007

Las fronteras de Carriopolis


Cuando Gabriel Pandolfo retrató en forma literaria a Elisa Carrió decidió titular su obra como Carriopolis, una forma de describir la personalidad y accionar político de una dirigente de peculiar perfil.
Así, su estilo declamatorio y sus recurrentes referencias al ámbito de lo religioso fueron parte esencial de su impronta personal.
Con posterioridad a la publicación del citado libro, hubo una gradual metamorfosis de algunos aspectos elocuentes de su cotidianeidad. Un mayor cuidado de su estética corporal, y una disminución de citas bíblicas en sus manifestaciones fueron algunas de las pruebas más perceptibles de dicho cambio.
Pero quedaron en el tintero algunos estigmas que aún no pudo alejar. Algunos ejemplos en este sentido fueron su falta de experiencia en la gestión pública y su ascenso en la justicia chaqueña durante el proceso militar.
Lo mismo puede decirse de su permanente incapacidad para el fortalecimiento de las estructuras partidarias que la contuvieron o promovidas bajo su tutela, o la construcción de acuerdos efectivos con otras fuerzas políticas.
Quizás, para saldar esta última deuda, intentó con todo su esfuerzo y denodado cuidado el lanzamiento de su nueva criatura: la Coalición Cívica.
Aunque resulte prematuro hacer un balance exhaustivo sobre esta experiencia, pueden citarse algunas fronteras en esta suerte de nueva Carriopolis.
Si bien para su armado puso énfasis en la categoría honestidad republicana sobre cualquier otra cuestión ideológica, resultó al menos contradictoria su oferta a compartir el camino hacia octubre a exponentes tan disímiles como Ricardo López Murphy y Rubén Giustiniani.
No obstante, pudo avanzar en una limitación que permaneció recurrente hasta ahora, quedaría por verse en un eventual escenario de acceso al poder, si tiene las herramientas para administrar los destinos de una nación con horizontes políticos, económicos y sociales habitualmente inestables. Pero para ello, habrá que esperar un nuevo turno electoral y una nueva manifestación de la ciudadanía en el libre juego de la democracia que supimos conseguir.