martes, 31 de julio de 2007

Hacia una nueva patria grande?

Con el viaje del presidente Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, se consolida el intento de abril pasado de construcción de una nueva real politik en la región.
En aquel entonces se venía de una relación difícil con el país del Norte con encontronazos en el 2003, durante la gestión del ex canciller Rafael Bielsa, y en el 2005 en la IV Cumbre de las Américas en la ciudad de Mar del Plata.
En el primer caso el punto de conflicto fueron las declaraciones del ex funcionario respecto del criterio para obtener un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU para un país latinoamericano.
Argentina, Brasil y México anhelaban un sitio allí, y lo más equitativo era plantear un esquema rotativo entre dichos estados. Sin embargo, Bielsa amagó con votar por Itamaraty, lo que redundó en el enojo de los aztecas.
En el encuentro marplatense, la pelea de fondo entre George Bush y Hugo Chávez, tuvo de protagonista estelar al presidente argentino, quien desafió al norteamericano en su intento por poner en marcha el ALCA. El MERCOSUR y Venezuela fueron la barrera con la que chocó el republicano.
El enfrentamiento con el ex presidente Vicente Fox se extendió con el apoyo del matrimonio Kirchner a Andrés Manuel López Obrador en las elecciones, en las que finalmente triunfó Felipe Calderón.
Tras un tiempo de silencio de radio, en abril de este año Cristina Fernández de Kirchner, sentó las bases para la nueva etapa, hoy cristalizada por la firma del Acuerdo de Asociación Estratégico entre ambos países.
Todos estos movimientos son observados con suma atención por otros dos protagonistas regionales, Inácio Lula da Silva y Hugo Chávez. El carioca por los dichos de Kirchner de incorporar a México como miembro asociado al MERCOSUR, y el bolivariano por su actual divorcio diplomático con el otro grande de la región.
De todas formas la audaz y ambiciosa estrategia intenta en el mediano plazo contener en su seno a las tres naciones en un ámbito común.
Esta reformulación en materia internacional del oficialismo, muestra un viraje que deberá complementar Cristina, en caso de acceder al poder en diciembre del 2007.