La última semana previa a la elección a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires culminó con un escenario hostil para el presidente Néstor Kirchner. La actual crisis energética, anunciada por muchos y producto de la recurrente imprevisión gubernamental -de todas las administraciones-, hizo eclosión peligrosamente ante un exámen capital.
El adelanto en el pago del aguinaldo a los jubilados y los anuncios vinculados al encauzamiento del conflicto docente en Santa Cruz y todas las medidas implementadas en los últimos tiempos, son estratégicamente usadas para contribuir al fortalecimiento del candidato oficial, Daniel Filmus.
Esta obsesión no es casual, la ciudad de Buenos Aires es un tesoro anhelado por el poder central desde la reforma que convirtió al sillón de Bolívar 1 en un cargo electivo.
Así Carlos Menem, Fernando De la Rúa y ahora Néstor Kirchner ensayaron alquimias para instalar allí a candidatos que le respondieran inexorablemente ante sus constantes requerimientos políticos.
En ese sentido, todo acto de gobierno contó con la asistencia casi perfecta del actual ministro de Educación, en un último intento del Gobierno Nacional de llevarlo al escenario de un eventual ballotage.
Todos los cañones estuvieron apuntando a Jorge Telerman, ante la certeza del indiscutible triunfo de Mauricio Macri el 3 de Junio. Las armas velarán por el ingeniero hasta el más lejano 24 cuando se defina finalmente el destino de los porteños, según los cálculos de la gran mayoría de encuestadoras y analistas de opinión.
El adelanto en el pago del aguinaldo a los jubilados y los anuncios vinculados al encauzamiento del conflicto docente en Santa Cruz y todas las medidas implementadas en los últimos tiempos, son estratégicamente usadas para contribuir al fortalecimiento del candidato oficial, Daniel Filmus.
Esta obsesión no es casual, la ciudad de Buenos Aires es un tesoro anhelado por el poder central desde la reforma que convirtió al sillón de Bolívar 1 en un cargo electivo.
Así Carlos Menem, Fernando De la Rúa y ahora Néstor Kirchner ensayaron alquimias para instalar allí a candidatos que le respondieran inexorablemente ante sus constantes requerimientos políticos.
En ese sentido, todo acto de gobierno contó con la asistencia casi perfecta del actual ministro de Educación, en un último intento del Gobierno Nacional de llevarlo al escenario de un eventual ballotage.
Todos los cañones estuvieron apuntando a Jorge Telerman, ante la certeza del indiscutible triunfo de Mauricio Macri el 3 de Junio. Las armas velarán por el ingeniero hasta el más lejano 24 cuando se defina finalmente el destino de los porteños, según los cálculos de la gran mayoría de encuestadoras y analistas de opinión.
