jueves, 8 de mayo de 2008

Despertares




Desde su asunción en diciembre pasado, Cristina Fernández de Kirchner debió lidiar con ruralistas, medios de comunicación, fenómenos climáticos, y las intemperancias de miembros de su propio staff de gobierno. Con quienes nunca confrontó en forma fue con las expresiones políticas de la oposición.
La disolución de la alianza entre el radicalismo oficial y Roberto Lavagna, que naufragara tras un espasmódico acercamiento del economista al ex presidente Néstor Kirchner, la dedicación full time a temas de gestión de la Ciudad de Mauricio Macri, y la discontinuidad mediática de Elisa Carrió son en parte la causales de este status quo.
Sin embargo, existen dos escenarios posibles en el mediano plazo para que la tan vapuleada oposición encuentre el cauce para enfrentar al modelo hegemónico del kirchnerismo.
La entente entre la Coalición Cívica de Carrió y el socialismo que conduce Rubén Giustiniani, y que cuenta con un potencial presidenciable como el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner; podría completarse con la UCR despojada de protagonistas de relieve durante el alfonsinismo y la etapa de Gerardo Morales.
La otra variante, es la confluencia siempre latente y anunciada, más nunca cristalizada en la realidad, entre el ex presidente Eduardo Duhalde, y el actual alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, donde podrían recalar distintas expresiones del peronismo no alienado con Néstor y Cristina. Si bien estas posibilidades no dejan de ser meras hipótesis de trabajo para analistas y actores políticos actualmente, el sólo hecho de existir está marcando un punto de inflexión en un horizonte monocolor hasta el momento.


Como siempre, el tiempo dirá.