Finalmente, el gobierno nacional movió su dama en el tablero pre-electoral y confirmó oficialmente la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner para las presidenciales de octubre próximo.
Si bien desde hace meses el oficialismo amagaba con el anuncio esperó pacientemente el acercamiento de los plazos establecidos por la legislación electoral vigente para explicitar su estrategia.
Atrás quedó el latiguillo recurrente de los últimos tiempos y la decisión benefició a una pinguina, que espera en los próximos días a su compañero de fórmula.
Sigue en primera fila el radical K, Julio Cobos como expresión de la denominada Concertación Plural acuñada por el kirchnerismo, a pesar de una aparente jugada de último momento para colocar en el segundo peldaño a algún dirigente que contuviera a la mayor parte del espectro peronista nacional.
La definición de la candidatura de Cristina, hará lo propio con los demás actores políticos en danza. Roberto Lavagna ya se había adelantado con la designación del radical Gerardo Morales, será el próximo turno para Ricardo López Murphy y Elisa Carrió.
Y seguramente habrá alguna sorpresa, y vendrá de las filas del Partido Justicialista, si triunfa la movida de algunos dirigentes no-kirchneristas como Adolfo Rodríguez Saá, Carlos Menem y Ramón Puerta, con el guiño de Eduardo Duhalde.
La dama fue movida y dejó en jaque a sus contrincantes y el desafío está propuesto.
Si bien desde hace meses el oficialismo amagaba con el anuncio esperó pacientemente el acercamiento de los plazos establecidos por la legislación electoral vigente para explicitar su estrategia.
Atrás quedó el latiguillo recurrente de los últimos tiempos y la decisión benefició a una pinguina, que espera en los próximos días a su compañero de fórmula.
Sigue en primera fila el radical K, Julio Cobos como expresión de la denominada Concertación Plural acuñada por el kirchnerismo, a pesar de una aparente jugada de último momento para colocar en el segundo peldaño a algún dirigente que contuviera a la mayor parte del espectro peronista nacional.
La definición de la candidatura de Cristina, hará lo propio con los demás actores políticos en danza. Roberto Lavagna ya se había adelantado con la designación del radical Gerardo Morales, será el próximo turno para Ricardo López Murphy y Elisa Carrió.
Y seguramente habrá alguna sorpresa, y vendrá de las filas del Partido Justicialista, si triunfa la movida de algunos dirigentes no-kirchneristas como Adolfo Rodríguez Saá, Carlos Menem y Ramón Puerta, con el guiño de Eduardo Duhalde.
La dama fue movida y dejó en jaque a sus contrincantes y el desafío está propuesto.
