La brecha que separó a Mauricio Macri del candidato oficialista Daniel Filmus y los pocos sondeos de opinión que han trascendido luego de la primera vuelta, donde esa diferencia habría aumentado a favor del líder del PRO, han abonado la duda sobre la realización o no del segundo exámen electoral el próximo 24.
Los motivos son varios. Al desgano propio del candidato, que accedió a pelear un lugar que no anhelaba, se le suma el alto riesgo que corre el gobierno nacional ante una nueva derrota luego que el mismísimo Presidente se pusiera al frente de la campaña del actual ministro de Educación.
Sus ataques contra Macri, parecieran que sólo han catapultado al ex empresario a convertirse en la referencia más fuerte de la oposición, algo que ya vislumbran los otros candidatos como Ricardo López Murphy, Roberto Lavagna y Elisa Carrió, a pesar de no haber arribado a ningún acuerdo -aún-, entre ellos.
Siguiendo la tradición que el que va primero en las encuestas rehuye el debate con sus adversarios, Mauricio Macri mantiene su decisión de rechazar el ofrecimiento de la vidriera televisiva por evitar ser blanco de nuevas agresiones de sus contrincantes.
Se sabe cerca del objetivo buscado, y no va a renunciar a esta altura de los acontecimientos a los consejos de su principal asesor de campaña, el ecuatoriano Jaime Durán Barba.
En tanto, Daniel Filmus y el gabinete todo operan a destajo para acaparar la toda voluntad explícita de los que ellos denominan progresismo para confrontar con quien sindican como el máximo exponente del centroderecha noventista en el distrito.
No obstante, el fantasma del renunciamiento del actual ocupante del Palacio Pizzurno ronda en buena parte de los corrillos políticos de la ciudad de Buenos Aires. El tiempo dirá.
Los motivos son varios. Al desgano propio del candidato, que accedió a pelear un lugar que no anhelaba, se le suma el alto riesgo que corre el gobierno nacional ante una nueva derrota luego que el mismísimo Presidente se pusiera al frente de la campaña del actual ministro de Educación.
Sus ataques contra Macri, parecieran que sólo han catapultado al ex empresario a convertirse en la referencia más fuerte de la oposición, algo que ya vislumbran los otros candidatos como Ricardo López Murphy, Roberto Lavagna y Elisa Carrió, a pesar de no haber arribado a ningún acuerdo -aún-, entre ellos.
Siguiendo la tradición que el que va primero en las encuestas rehuye el debate con sus adversarios, Mauricio Macri mantiene su decisión de rechazar el ofrecimiento de la vidriera televisiva por evitar ser blanco de nuevas agresiones de sus contrincantes.
Se sabe cerca del objetivo buscado, y no va a renunciar a esta altura de los acontecimientos a los consejos de su principal asesor de campaña, el ecuatoriano Jaime Durán Barba.
En tanto, Daniel Filmus y el gabinete todo operan a destajo para acaparar la toda voluntad explícita de los que ellos denominan progresismo para confrontar con quien sindican como el máximo exponente del centroderecha noventista en el distrito.
No obstante, el fantasma del renunciamiento del actual ocupante del Palacio Pizzurno ronda en buena parte de los corrillos políticos de la ciudad de Buenos Aires. El tiempo dirá.
